jueves, 18 de febrero de 2010

Cuento

El gusano triste.

Había una vez un gusano que quería volar, le gustaba ver el cielo lleno de pájaros y cada mañana soñaba, mirando el azul intenso que podía volaba. Su tristeza era inmensa que en ocasiones no dormía por sus inmensas ganas de volar. En una mañana soleada se le acerca una gran ave dándole una gran porra de marihuana para volar, el gusano asustado lo probo y sintió que flotaba a través de las nubes más altas, pero en realidad estaba bien pacheco el pobre gusano. Pocos minutos después, el gusano de tan tocado que estaba empezó alucinar, viendo en si mismo unas alas grandes, así que se aventó de un gran precipicio pero…….. el iluso no podía volar, sus alas eran alucinaciones por el efecto de la porra y termino con un gran morete.
Sin embargo, creyó que su morete era una medalla así que empezó a presumir su medalla imaginaria creyendo que era por haber probado la marihuana y siguió fumándose un churro por día, lo que le generaba un gran estado de felicidad por ponerse siempre bien chemo.
Así el gusano se fue marchitando hasta convertirse en… gay baserolo que trabajaba en San Vicente y vendía placer a cualquiera, así fe su vida.

Conocer a tres personas

Fecha: Sábado 6 de febrero de 2010

Por la tarde, cuando salí a plaza caracol a pagar el teléfono y estaba formada en la fila para pagar en el cajero, le pregunte a la señora que se encontraba formada adelante de mí que si tenía mucho tiempo esperando, la señora volteo y me contesto que si que la fila avanzaba de manera muy lenta y con la prisa que tenia, porque tenía que ir a comprar unas cosas que necesitaba para preparar la cena y que si no lo hacía pronto no al cansaría a estar lista para cuando llegara su esposo, le dije que si quería ir a comprar lo que necesitaba y yo le cuidaba su lugar en la fila, me dio las gracias y me dijo que no porque si se tardaba iba a perder su lugar en la fila, me dijo k vivía en la colonia 5 de Diciembre y que su nombre era María Eugenia. Después de uno cinco minutos la fila comenzó a avanzar, le toco entrar a pagar y cuando salió se despidió y se fue.

Fecha: Sábado 6 de febrero de 2010

Al bajarme del camión en la parada de la cruz roja, también se bajo una señora, como se me había hecho tarde decidí cruzar la calle y no utilizar el puente aunque eso me pone muy nerviosa porque me da mucho miedo cruzar, mientras esperaba que cambiara el semáforo la señora volteo y me vio, noto que estaba nerviosa y le dije que si a ella no le daba miedo cruzar la calle y me respondió que no, bueno que le daba un poco de nervios pero con las prisas del diario pues no podía utilizar el puente por que le quitaba mucho tiempo, en eso cambio el semáforo y cruzamos.

Fecha: Domingo 7 de febrero de 2010

Cuando iba en el camión de mi casa hacia el Pitillal, en el asiento de adelante iba una señora, de repente la señora volteo y me sonrió yo también le sonreí, entonces le dije que estaba muy nublado, que parecía que iba a llover, entonces la señora me contesto que si y que apenas había salido el sol, pero que esperaba no lloviera porque tenía que ir a comprar unas cosas para su hija, no llevaba paraguas y no quería mojarse, pues estaba enferma. Me dijo que se llamaba Andrea y que tenía tres hijos y era divorciada.